¿Deben de ser todas las membresías de infoproductos o existe la posibilidad de desarrollar un proyecto con un producto físico?
Aunque es cierto que las nuevas tecnologías nos han puesto muy fácil crear un contenido por el que el resto del mundo esté dispuesto a pagar, no tenemos por qué seguir ese mismo camino.
Como emprendedores y creadores, tenemos la capacidad de decidir cómo y por qué queremos crear cada propuesta.
Entre ellas, nuestras membresías.
En este artículo encontrarás ejemplos de membresías de productos y servicios que han funcionado y conocerás las claves para que puedas replicarlas en tu propia propuesta.
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Una de las buenas, además.
Dollar Shave Club: una membresía basada en un producto físico

Empecemos por uno de los casos más paradigmáticos que tenemos: Dollar Shave Club.
Si estás aquí estoy convencido de que conoces esta propuesta y que sabes cómo funciona, así que vamos al lío.
Lo que te propone Dollar Shave Club es un recambio de tu cuchilla para afeitar por solo un euro.
Esa es la clave.
De esta manera, cada cierto tiempo envían un nuevo paquete a sus usuarios, que en realidad están pagando por no perder esta comodidad.
Las claves de Dollar Shave Club: ¿qué podrías replicar en tu negocio?

Una compañía que envía cuchillas de afeitar y otros productos de higiene masculina por correo a sus clientes.
El envío es mensual y cuenta con tres planes de precios que varían entre 3 y 9 dólares.
Dollar Shave Club tiene todo lo bueno y todo lo malo de una membresía.
La potencialidad infinita que ofrece un negocio que se puede escalar y lo complicado que es jugar con los precios a la hora de la verdad.
Estrategia de ventas: Dollar Shave Club y el éxito de un negocio
Su plan es muy inteligente.
Lo más interesante es que juegan con la incertidumbre de que nunca sabes cuándo cambiará el precio.
Varían de tanto en tanto.
Hacia arriba y a hacia abajo.
Y como te puedes imaginar, únicamente aquellos que ya forman parte de la membresía mantienen su precio (y se aprovechan de los precios más bajos cuando toca).
Uno de los mejores ganchos que hemos visto hasta ahora para conseguir que el cliente te dé el sí quiero.
El origen de esta estrategia: ¿cómo surgió Dollar Shave Club?
Mark Levine y Michael Dublin comentaron en una fiesta de lo frustrante que podía llegar a ser el precio de las cuchillas de afeitar.
La conversación dio tanto de sí que unos meses después abrieron este renovador modelo de negocio.
Desde su lanzamiento, la compañía ha superado la barrera de los 3 millones de suscriptores.
Pero… ¿es una compañía rentable?
Pues te sorprendería.
5 años después de su fundación (y habiendo facturado más de 150 millones de dólares) la compañía no era rentable.
Muchas ventas, muchos números… pero después en la caja quedaba cero patatero —o números rojos…—.
Padecía el mismo problema que tienen muchas membresías de bajo valor
Necesitan muchas ventas y esfuerzo para rentabilizar la inversión en tiempo y dinero que requieren para subsistir.
Con el paso del tiempo consiguieron salir hacia delante gracias a unas cuantas rondas de financiación en las que muchas empresas detectaron el valor que atesoraban.
Pero la pregunta es… ¿tú tienes la capacidad de aguantar 5 años esperando rondas de financiación o es más interesante que busques un producto de precio superior y que compense el esfuerzo con menos clientes?
¿Te gustaría saber más?
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